lunes, 6 de octubre de 2014

Final de Champions 2014

Escrito por Kike

Hola a todos !!

Voy a narraros cómo se vivió este momento en un bar madrileño ubicado en Moratalaz, el Bar Gascueña, mi bar.

Indudablemente, todos los partidos que se ven en un bar son más partidos, hay más ambiente, para mí es como un ritual pre-partido. Una final de Champions no iba a ser menos, teniendo en cuenta que enfrentaba a los dos grandes equipos de Madrid, Real Madrid contra Atlético de Madrid.

Recuerdo perfectamente el estar allí media hora antes para poder coger sitio al fondo, donde he podido experimentar durante toda la temporada que es el mejor sitio del bar para ver los partidos.

Llegaron las 20:45, comenzaba el partido y el bar estaba hasta la bandera. La final estaba siendo retransmitida por TVE, pero la gente asistió a ver el encuentro.

Me acuerdo perfectamente que fue un partido duro de ver, fue un partido en el que con cada llegada de tu equipo parecías acariciar la gloria, y con cada llegada del rival te hundías en la impotencia y desesperación.

Así me sentí yo tras ver el fallo de Iker, de mi Iker, del capitán de mi equipo desde que tengo uso de razón. Y es que cabe destacar el potencial que tiene el Atlético de Madrid a balón parado.

Corría el minuto 58 cuando el Atlético empieza la jugada desde el córner derecho, un balón colgado al corazón del área que despeja la defensa del Madrid hacia la frontal, la pelota cae en un jugador colchonero que remata hacia el área de nuevo. Ahí comienza Iker su salida en falso y se da media vuelta hacia la portería cuando ve aparecer a Godín, que acaba introduciendo el esférico en la red madridista.

A partir de ese momento, el bar enmudeció, la gente se agarraba a su consumición deseando estar en una pesadilla, pero no, era real. Nuestro equipo perdía la final de la Champions tras un error garrafal de nuestro emblema.

Pero el Madrid tiró de casta y orgullo y siguió presionando arriba al Atlético, lo que provocó que se "rompiese" el partido, algo muy bueno para un equipo como el Real Madrid, que es mortal en las contras.

El Atlético de Madrid se veía campeón de su primera "orejona" y echó las líneas atrás, lo que aprovechó el Madrid para convertir el partido en un asedio de la portería del belga Courtois, actual portero del Chelsea.

Siempre me voy a acordar de lo que pasó en el bar cuando el árbitro añadió +5 minutos de descuento. Me miró fijamente mi padre y me dijo: "Hijo, esto está ganado, el Atlético está fundido".

Y no se equivocaba, minuto 92 y córner a favor del Real Madrid sacado por Luka Modric, el croata. El esférico se dirige hacia el punto de penalti y se alza Sergio Ramos, el héroe del Allianz Arena, rematando el balón en dirección a la portería.

En este momento, en el bar se podía escuchar a todos los corazones latiendo a un sólo ritmo, a un ritmo blanco, Sergio - Ramos. Y finalmente entró. Fue un remate espectacular que llevó a la prórroga una final de Champions. Una prórroga en la que el equipo blanco arrasó a su rival llegando a un resultado final de 4-1. ¡¡El fútbol nos regalaba treinta minutos más de puro espectaculo!!

Y así fue, en la prórroga sólo hubo un equipo en el terreno de juego.

El bar estaba con un ambiente eufórico que nunca voy a olvidar, la cerveza corría por sí sola, los cubatas iban de 2 en 2, en definitiva, era una fiesta, nuestra fiesta.

Todavía se me pone el vello de punta al recordar el momento del gol del jugador de Camas.


En cuanto el árbitro pitó el final del partido, avisé a mi hermana y nos fuimos a Cibeles, a la diosa a la que habíamos ido tras la final de la Copa del Rey, pero esta era la Champions, la Décima. No podíamos faltar, y no lo hicimos.

El ambiente era indescriptible. Sólo me queda una cosa por decir, que orgulloso estoy de ser del Real Madrid.


2 comentarios:

  1. No se puede expresar mejor con palabras. No sé que tiene el fútbol que hace que lo vivas como si fuera tuyo. Y es que es nuestro, la afición es lo más importante del fútbol. Hacernos disfrutar, estar eufóricos o por el contrario melancólicos. Es un sentimiento que une tanto como separa. Recuerdo ese instante como si fuera ayer no podía parar de llorar desde el minuto 80 hasta que ocurrió el milagro que todos estábamos esperando, ese que tanto nos merecíamos. Estaba escrito en las estrellas que tenía que ser la décima y así sucedió nuestra ansiada y amada DECIMA.

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  2. No se puede expresar mejor con palabras. No sé que tiene el fútbol que hace que lo vivas como si fuera tuyo. Y es que es nuestro, la afición es lo más importante del fútbol. Hacernos disfrutar, estar eufóricos o por el contrario melancólicos. Es un sentimiento que une tanto como separa. Recuerdo ese instante como si fuera ayer no podía parar de llorar desde el minuto 80 hasta que ocurrió el milagro que todos estábamos esperando, ese que tanto nos merecíamos. Estaba escrito en las estrellas que tenía que ser la décima y así sucedió nuestra ansiada y amada DECIMA

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